domingo, octubre 07, 2007

La Mostra plutocrática y el Club 51

Una buena pintura amerita de un buen marco. Todavía más, una pintura mediocre puede hacerse grande con un buen marco. Así un sujeto medianamente retratado pero encerrado en un cuadro de grandes bucles y racimos de madera dorados adquiere cierta majestad y nobleza (vaya del siglo XVIII si se quiere). Así un caja de zapatos sin chiste pero encerrado en el MOMA adquiere el mote de obra de arte y un precio que alimentaría un pequeño país.
En fin, con eso de que en todo la forma es fondo ya todo es instalación: Me instalo, ergo suum.

En sociedad, la conversación también requiere sus marcos adecuados. Y hoy en la Ciudad de México si se va a hablar de PODER el marco es, o pretender ser, el piso 51 de la Torre Mayor. El lugar ya habita en el imaginario colectivo del chilango aspiracional. "Atrás quedó el reinado del Club de Industriales!" parece gritar la nueva generación de los que ocupan sus membresias (convenientemente más baratas).

Hace unos días Tijuanej, Tobias y Pastora se apostaron desde su terraza. El vértigo del poder es el vértigo de la altura. Igual de ilusorio e igual de atractivo. Hipnotizados por el mar de luces que se extendía en el valle de asfalto y ejes a nuestros pies. Desde ahí la poesía es cortesana y la obra de arte es un commodity. Aún la bella dama que nos condujo desde el lobby de la alta torre hasta el humo del tabaco que nos esperaba, no era la musa sino la corona del hombre. Pastora sufre.

Al fondo un grupo de jazz tocaba en vivo alguna canción de Ella Fitzgerald. Como los jeans, el jazz se ha vuelto aristocrático y entra en la éstetica de lo "cool".

A golpe de Buchanan's Tobias se embriagaba y veía napoleonicamente su país, el mismo que en la mañana había visto tumultuoso y violento en las entrañas del sistema colectivo METRO. Para colmo Pastora le soltó que tenia parecido con Ugalde, el del IFE. Tobias sufre.

Tijuanej mientras tanto deambulaba por el lugar simulando una llamada del mismismo Redentor por su celular. Notese que para la ocasión el conocido nómada se había quitado sus habituales ropajes de viaje (sombrero Panamá, chamarra guerrillera y morral), para usar un impecable traje sastre, raya de gis y "a su missura". Alguna dama lo veía con simpatía y el sujeto a su lado con perspicacia. Por su parte Tijuanej evaluaba el mobiliario. En efecto, conocía al decorador y sospechaba que había algunos libros y artefactos por ahí que se sustrajeron de su biblioteca.

La noche proseguía y la Mostra adoptaba nuevos mostros que bebían con ella, los textos de Noami Klein se mezclaban con las anécdotas de otras noches como esta. A lo lejos el rumor de la ciudad que nos mira incendiando el cielo sobre nosotros que oculta todas sus estrellas. Ya lo decía Chesterton, el pecado de la torre de Babel no fue ascender sino creer que a las estrellas eran demasiado pequeñas y nosotros demasiado grandes.

Las grandes ciudades, la modernidad misma, ha pretendido la muerte de las estrellas que ya no se ven en sus noches iluminadas por el neón. A falta de ellas ha pretendido colocar nuevas en altos edificios que rascan el cielo. El cielo sufre y quiere volver a confudir las lenguas. Sin embargo hay demasiadas academias de idiomas.

La noche paga la cuenta del lugar y la Mostra se despide en elevador en el que abruptamente Pastora exclama: "Bajamos en chinga!". Nadie dice nada, quizá la frase fue demasiado poderosa y verdadera. En las afueras siempre hace frio.

Rafael Tobias

4 comentarios:

Anónimo dijo...

muy bonita crónica de una jóvenes promesas de la política supongo yo, aunque sólo se quedarán en promesas.

Pendejo, mi nombre se escribe sin "H".

Anónimo dijo...

Farsa. Tijuanej Oliveira se encuentra en Yonder, NL desde hace más de un mes.

Lo anterior hace que su presencia en dicho lugar (al que por cierto, Tijuanej no asistiría ni por sacrificio) haya sido imposible y la aseveración del Sr. Tobías una rotunda maquinación con fines meramente propagandísticos.

No es la primera, y estoy seguro que no será la última vez que alguien utilice al Sr Oliveira como ficha de autocomplacencia.

Qué lástima que en esta ocasión, se trate de alguien a quien mi representado estima, el Sr. Tobías.

Atentamente,

Isaiah von Archimboldi, agente del Sr Oliveira.

Anónimo dijo...

Estimado Rafel Tobías, este es un mensaje de su hermano que no ha podido mandarle:

Joder con tus putas burguesias querido hermano, que lo que te falta son unas andaluzas y dejarte de puterías.

Eso sí que luis carlos no se qué, se tire a la mierda desde el edificio más alto de la Ciudad de México.

Cómo que es falso que Tijuanej nunca estuvo en ese lugar, mira Tobías que la has hecho grande, tan grande como el culo de la tía con la que fornicaste en mi piso de Barcelona.

Una pena Tobías, una pena...

Atte,
Sansón Carrasco
Administrador

Guillermo Petricioli dijo...

y olvidaron mencionar que comieron cacahuates como poseídos hasta que vaciaron el plato...

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COSAMOSTRA es el heterónimo colectivo de 7 que se encontraron por azar, se reunen por necedad y han decidido escribir por necesidad.
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