lunes, diciembre 29, 2008

Polonia y Mozdzer, Danielsson, Fresco



La gente suele viajar a través de sus fotografías. Olvidan la experiencia de "estar" por perpetuarse en la obsesión de "aparecer". No hay cura para el turista posmoderno más que el robo de su cámara o la imposibilidad de recargar la bateria. La dicha de lo último me acontenció hace un par de semanas en un viaje a tierras eslavas del Norte-Europa más oriental. Desde entonces he pensado que poner en este mi diario de desvelos.

Empezar por el principio es una fatiga y no tiene nada de interesante; los judios y los árabes entendieron que Dios lee al revés y que una buena historia empieza con un punto final.

En el puerto polaco de Gdánsk, escuché al Trio Możdżer Danielsson Fresco. Me habían dicho que era un concierto de jazz. El motivo, un homenaje a Lechowi Wałęsie. Le cedí un buen lugar que tenía reservado a una finlandesa que ignoro como llego conmigo. Cansado como estaba, me aposté en una luneta, lo suficientemente oculto para dormitar un rato. Quizá distraido por unos ojos verdes que no dejaban de voltear. Nada más. Un sujeto que se me hizo conocido (imposible) hablaba sobre el grupo que iba a aparecer. Mi polaco no es bueno. Y cansado suena a ruso (pensamiento que ofendería a más de uno). Así pasaba mi última noche en esa tierra que suponía más fría ya por esas fechas. Cansado de muchos kilometros recorridos, de atardeceres a las 2 pm, de intentar ser muchas veces don Juan.

Se puede descifrar a una nación si se encuentran los símbolos correctos. Viajar supone buscarlos y hacer a un lado las obsesiones que trae uno a cuestas de su terruño, sea la comida y la fiesta como en mi país; sea la nostalgia como en la Lusitania; sea la vulgaridad para el yanqui.


Entender a Polonía es entender un llanto sin amargura, como el de un niño. Un sufrimiento como el de la mujer de parto. Es la traición perdonada. El Cristo de Polonía es el crucificado... En ese sentido es una nación católica que trae a cuestas su modernidad y no una modernidad que trae a cuestas su catolicismo como otros países mediterraneos.

Aquella noche en Gdánsk, la Polonía fue una Fe que florece de una corona de espinas, fueron los ojos de una mujer y fue una partitura. Sólo esta última les dejo:




Rafael Tobias

lunes, noviembre 03, 2008

Alguién me pregunto qué es Nostalgia


...es... o perseguír los recuerdos de los momentos que no tuviste; o es recordar lo que intuyes que pudo ser cierto; o es el aroma de la posibilidad. Quizá una sala vacia de concierto.

Es un desvelo.
Un ojo cerrado al pestañear.
Una sospecha.


Una respuesta sin pregunta, una mujer sin rostro.

Su rostro siempre será tu nostalgia.

RT

lunes, septiembre 29, 2008

Destination: Paris



Escribir en la Cosa Mostra requiere que me olvide un momento de mi "mejor" yo; ese que a diario muestra la cara e intenta seducir al mundo y sus teatros; esconder al actor y tirar el telón. Esconder los aplausos del tedio y callar a la orquesta de mis ecos. Significa desvelarme y decidir que el mañana que ya es hoy estaré jodido y como durmiendo y como que sin sueño. Significa escudriñar la noche de todos mis recuerdos y sentir nostalgia, sentir como que me llaman, como que gritan el "quién vive?"

Y todo esto a que viene. Pues a lo de siempre. A una mujer que me pidió que escribiera algo. Y es que en el fondo toda mujer pide que le escriban. Algunas lo piden con una sonrisa, otras con una cachetada, otras con un rato de sexo. Ella fue más simple (siempre extraña ella) y tan sólo me lo mencionó, como quien no quiere la cosa, como si fuera la hora la que me preguntara, o me hablara del clima. Y ni para dónde hacerse. Como el cristal uno estalla a determinada frecuencia. Y ella siempre le atina, así como quien no quiere la cosa, como si la hora, como si de el clima se tratara.

Escribirle a usted (ahora le hablo a ella) no es cosa fácil. Y es que usted es, ya lo dije, una persona extraña. Y no por ser mujer, sino por ser extraña. Como una palabra que no termina de pronunciarse, como palabras, diría el poeta, pronunciadas por otros, palabras que esconden palabras más grandes.

Me cuentas de ti, que hoy estas lejos, muy lejos de mi, como si una cara de la moneda le cuenta a la otra cara lo que esta viendo. Yo no veo nada aunque todo lo sienta. Aguila y sol podría ser nuestro poema. Y es que, extraña, eres una lejanía que se toca. Y mira que te he tenido cerca, muy cerca, te he visto respirar de noche y muy cerca. Siempre muy cerca, pero como de otra época, como si me contaran a mi el cuento, como si te viera a través de una pintura de esas viejas: la vida en sepia.

Escribirte mi querida extraña ciertamente no es una declaración de amor, ni un inicio, ni un final. Menos un "en medio". Un testimonio si que lo es. Un homenaje que apenas se susurra a todas las letras que entre nosotros han corrido, a todas tus cartas y a todos tus desvelos.

Aqui tienes el mio.

RT

lunes, junio 09, 2008

Una mujer ridiculamente hermosa

La frase no es mía sino de un señor muy feo con una (ex)esposa muy hermosa. El tipo un intelectual y como tal un hombre que se percata de la belleza y le asombra el poseerla. Lo ridiculo es que la belleza se posea. La belleza suele ser un aroma que apenas percibido se disuelve, como la ternura de los seres. Se si mira demasiado aparece inevitablemente el defecto. La maldición de Adán y Eva y su necedad de comer del arbol del conocimiento. Por eso nos emborrachamos, para regresar a ese estado primigenio; por eso en la borrachera todo nos parece más bello. La inteligencia, la muy puta, no se mete con nosotros.

Lo ridículo, repito, es poseer la belleza. Como poseer la música, un albur. Dejarla ir, dejarla pasar. Ese es el orden natural del mundo, la ley de un universo que se expande y se contrae, tan mecánico el cabrón.

Pero también pasa que este orden se enamora del caos y suceden milagros, y es cuando dejo de entender un carajo y paso al completo estado de asombro. Y es cuando acudes a todos los poetas que nunca has leido para que te presten palabras que rimen con lo que estas viendo; todo es balbuceo. Si me preguntaran diría que no tengo talento, porque se me vienen a la mente sabores de la infancia y colores: morados, rojos, verdes, amarillos, negros. Quizá alguna pintura famosa, de esas que todos tenemos alguna copia barata en nuestras casas. Pero todo parece tan muerto enfrente de ella, como si todo fuera un caricatura, un dibujo de ilustraciones infantiles con formas deformadas y lineas demasiado gruesas y demasiado toscas.

Y no comprendo. Pero intuyo que en esa sonrisa estan las bellas artes y esta el misterio del mundo. Y es divina. Y es diabólica. Son las bodas del cielo y del infierno. Es la terrible belleza que ridiculamente se posee y que innevitablemente se ignora.

Este fin de semana conocí a la mujer de 20 años que inspiró este texto. A la mujer que contiene en sí el misterio por el cual el hombre dejo der ser bestía y quiso ser Hombre y luego... Dios.

Rafael Tobias


jueves, junio 05, 2008

rePUTAción



Dicen por ahí que si la palabra reputación tiene “puta” remetida entre sus letras, esto no es casualidad. En efecto, la fama” es la señora de las putas; nunca se compromete con quien piensa tenerla y exige de su acompañante sudores de trabajo más que de placer, dispendio al por mayor y bravuconadas de cantina “pa’ defender el honor”. Es una señora golfa la fama de la que solo el necio se enamora, el trepador corteja, y don dinero padrotea. Seduce su vulgaridad porque al vulgo se pertenece, sólo él es su verdadero dueño. A la fama se le manosea mientras nos roba la cartera y si puede el apellido para el bastardo que lleva en el vientre. Su bastardo tiene nuestro nombre y nuestro rostro, pero al guapo lo hace feo y al feo lo hace mounstro. RePUTAción, la muy vacante; te acuestas con todos y a todos nos juras fidelidad. Puta cara por la que el necio todo lo vende porque no sabe distinguir entre valor y precio.

Rafael Tobias

viernes, mayo 09, 2008

La Mostra los invita a visitar nuevo Blog!

Tres de los integrantes de la Cosa Mostra decidieron comenzar un nuevo blog dedicado a lo más relevante de la "intelligentsia" internacional. Los invitamos a darse una vuelta por este nuevo esfuerzo que promete y mucho.

lunes, abril 07, 2008

La desilusión es el luto de la posibilidad perdida

Llevo semanas tratando de escribir un poema. Llevo muchas horas tratando de que ocurra. Fueron cientos de miradas que trate de convertirlas en versos; y fueron cientos de palabras apenas susurradas y cientos de sonrisas que esperaba que formaran los puntos, comas y espacios de mi poema. Fue tiempo y fueron espacios: eran la música del poema.

De Maria Font era el poema. De María, la de la cabecita loca y los ojos bonitos. La poeta que no escribía poemas porque lo suyo lo suyo era tan solo inspirarlos. De Maria quería escribir por el gusto de hacerlo, por el gusto de inventarme una historia con ella, una historia de esas de cuento, llena de cursilerías y canciones de gesta, de esas de dragones, roperos y princesas. Después de todo cuando se hacen castillos en el aire no hay que respetar reglas de arquitectura.

El poeta tiene vocación de Quijote y yo la hice Dulcinea. Tocarla y mirarla en el baile de máscaras para ver si así lograba arrancarle un versillo, una estrofa, vamos, una rima, lo que fuera.

Y ella callaba. Me miraba. Sonreía. Tomaba mi mano y me daba una vuelta, dos y no había tercera. Y otra vez sonreía y me miraba. La fatalidad de su belleza triste, como de venus, como de mármol, como de diosa pagana de la que nadie se acuerda.

Busqué el cuadro de mi poema en las alturas de mi ciudad y le mostre la noche del valle y sus luces y sus placeres. Busque en las botellas de muchos licores y en la estridencia donde los cuerpos son fantasmas entre los humos de mil cigarros y la selva de ruidos sin más sentido que un grito: Existo!

María Font, la de la cabecita loca y ojos bonitos. Nunca dijiste nada y yo pensaba que era tu misterio el misterio de las hadas que se mueren si les dices que no crees en ellas. Yo pensaba, y pensaba en que te podía hacer un poema.

Pero se nos hizo tarde y la luz se le perdió a tus ojos. Dejaste de bailar y no me mirabas. Tus ojos no miraban a nadie, era un vacio. Me dio miedo. Rompiste tu silencio y en el aire se formó un grito y una carcajada; la vulgaridad nos cubrió para siempre y el poema en tu seno se agitó y con cada risotada se abortaba. En el baile de máscaras la tuya era una broma y mi poema era la broma.

Desde atrás Neruda se acercó y con unas palmadas en el hombro me dijo: "Garcia Madero, entiende que es cierto que hay mujeres que te gustan cuando callan, porque estan como ausentes... el problema es que si se acercan pierden todo chiste y lo único chistoso es que tu hayas querido hacerles un poema".

Ah que Neruda, ah que María. Las historias terminan como comienzan. Llevo semanas tratando de escribir un poema. De Maria Font era el poema. La de la cabecita loca y ojos bonitos. La poeta que no escribe poemas, porque lo suyo lo suyo es reirse de ellos.

Rafael Tobias

domingo, marzo 23, 2008

Algunos no encajamos, y nos desencajamos



Cajas

Lo diría una indígena y tendría razón.
"Ustedes tienen la vida organizada en cajas.
Nacen y les dejan en una cajita,
su casa es una caja, y las habitaciones
son cajas más pequeñas.
Suben a la casa en una caja,
bajan a la calle en una caja.
Viajan en una caja.
Duermen y hacen el amor sobre una caja.
A través de una caja ven el mundo.
Cambian de casa: lo meten todo en cajas.
Y cuando mueren
les introducen también en una caja.
Los Bancos y las Cajas tienen caja,
los establecimientos tienen y hacen caja."
Todo está hecho para que encajemos.
Nos encajan la vida.
Algunos no encajamos, y nos desencajamos.

Ángel Guinda

martes, marzo 04, 2008

De Zócalo a San Ildefonso





El muchacho que camina por este poema,

entre San Ildefonso y el Zócalo,

es el hombre que lo escribe:

esta página

también es una caminata nocturna.

Aquí encarnan

los espectros amigos,

las ideas se disipan.

El bien, quisimos el bien:

enderezar el mundo.

no nos faltó entereza:

nos faltó humildad.

Lo que quisimos no lo quisimos con inocencia…

III canto, “Nocturno de San Ildefonso”, Octavio Paz

domingo, marzo 02, 2008

lunes, febrero 25, 2008


La nostalgia es vivir sin recordar
de qué palabra fuimos inventados.


Giovanni Quessep
Imagen de Fabían Pérez


domingo, febrero 17, 2008

Premoniciones


Premoniciones*

Todas las mañanas tienen un ligero sabor a ti.
El aire delata el aliento cálido de tu cuerpo que no esta a mi lado,
Y las primera luces son frágil anuncio de tu presencia,
Aunque no estés, aunque no seas, todo tiene un cierto aire a ti.

Te has robado el recuerdo de mis desvelos,
Insomnios que no extraño y extraños de la noche
Que aguardan dibujar tu fantasma en los susurros de
Un amor casual aunque sabemos que no existe la casualidad.

[En multitud de ojos te he mirado, en cuántos labios emisarios te he besado]

Persigo tu recuerdo sin ocurrir,
Y la vida se me va en versos que se tejen de noche
Y destejen de día, que se sueñan por ti soñados.

[La cercanía de dos almas que se arrastran en el silencio,
Como dos flores en la más triste de las ramas; la cercanía del
Beso insospechado, y la sospecha de la alegría que cantan los muertos enamorados]

Todas las mañanas que son, todas sin retorno;
todas tuyas hasta que en alguna no amanezca,
Y es que amar no es prometer la noche sino el día:
Amar todas las mañanas que tienen un ligero sabor a ti.

Rafael Tobias

*versos en prosa, fijarse en la forma visual del poema, de estética piramidal, y no en la métrica, que no existe
Imagen:
Balcony at Buenos Aires II on paper by Fabian Perez

martes, febrero 12, 2008

ZOROBABEL

La Cosa Mostra se complace en presentar a un nuevo colaborador de letras que no de vida, porque ahí no hay novedad. En efecto, este colectivo tuvo, desde sus inicios, la presencia de Zorobabel y muchos de "los afectos, ideas e inspiraciones" que aquí se plasman han sido gestadas en su presencia y en ocasiones a propósito del comparsa... Antiguo creyente y maestro de la vida galante, sempiterno estéta, bienvenido a esta otra República. CM.

Todavía, después de algunos años, siento este sentimiento que es difícil de compartir, no por un hermetismo sino por una imposibilidad de expresar que lo se siente.

Aquellos días de ilusiones, de entrega, de amor por los demás, de angustias por estar a la altura de la enmienda.

Sueños que día a día marcaban el alma, el espíritu. Sueños que irradiaban alegría.

Simplicidad en la realidad, complejidad en la lucha por mantenerla así.

Rosarios, meditaciones, misas, estudios, deporte, toda una vida.

Arrepentimiento de dejar esa vida? No creo, lo dudo; Nostalgia sería lo adecuado, un extrañar algo que sabes no podrás volver a tener;

Recuerdo que imaginaba lo difícil que podría ser "salir al mundo"; estoy enamorado de muchas cosas que esta tierra nos ofrece, y siento un gran coqueteo por un nuevo amor; el de la finitud. Amar lo finito propio y lo finito ajeno. Si aprendes a amar esa "efimeridad" podrás amar lo que realmente vale la pena ser amado.
Zorobabel

Imagen: Wanderer Above the Sea of Fog, de Caspar D. Friedrich (c. 1818 Oil on canvas Kunsthalle, Hamburg)

lunes, febrero 04, 2008

Eppur si muove...


Au Pied de Cochon, Ciudad de México, 21 horas, ostras de Baja California, vino de Casa de Piedra, mujer linda del Quebec (A), hombre de Santa Teresa (Tobias).
(original en francés):
A: Estoy cuestionando tu fe, haciéndote dudar, eso es bueno.
Tobias: Ja! No estoy tratando de justificar mi fe, te estoy explicando porque creo lo que creo. Para cuestionar mi fe ya tuve mis lecturas de adolescente de Nietzsche, Shopenhauer, Hegel, Cioran y muchos otros...
A: Yo respeto, pero como puedes creer en una institución que no trata a todos igual, no es justo. Las minorias en tu Iglesia son discriminadas.
Tobias: Justicia no es tratar a todos igual. Al contrario. Te hablo de equidad. Pensar que todos tenemos derecho a todo es absurdo.
A: hablas como el tipico mexicano clasista.
Tobias (se exaspera): Al contrario es la gran trampa del liberalismo! por eso los indígenas de este país estan tan jodidos!
A: ¿Pues qué entiendes tu como justicia?
Tobias: Dar a cada quien lo suyo
A: Eso es una definición mexicana.
Tobias (muy exasperado): No!, es romana.
A: Los romanos eran unos clasistas y machistas.
Tobias: No impongas tus categorias posmodernas
A: Y tu no impongas las tuyas medievales... en fin, da igual, yo no puedo creer en algo tan irracional y sin lógica. Pero que bueno que al menos te hice reflexionar. Yo siempre razono todo lo que creo.
Tobias: Ah y supones que yo como creyente me trago todo como imbécil!
A: Me encanta discutir contigo (sonríe), eres un lindo por haberme traido aquí, ¿cuándo me vas a visitar?
(Tobias da un trago al tinto y la mira. En verdad es hermosa).

Al parecer, ser creyente es una apuesta a la locura. Hablaba Ratzinger de una metáfora para ilustrarlo: la del payaso de pueblo que corre al circo a anunciarles a todos que sus casas se estan quemando, que el incendio es inminente. El sobresalto y la preocupación dura lo que el instante en que se dan cuenta de su traje de payaso. Sus ropas raras, como de otra época. Algunos optan por reirse, otros por molestarse de la broma de pésimo gusto. Nadie le cree. El payaso esta cierto de lo que sabe y de lo que vió. Mientras más grita más produce risa y más enojo. La frustración de la incomprensión o la comprensión de su locura. Un apatrida, alguien que no tiene lugar en este mundo más que para la pantomima o el escarnio. Ser creyente es como el personaje de aquella película de Spielberg "La Terminal", donde éste de pronto se haya sin papeles, sin país que lo reconozca y sin país que lo reciba, una "grieta" en el sistema.
De entre todos el católico me parece es el que lleva la peor de las suertes: ni esta de moda ni es políticamente correcto. En seguida, las letras para un posible epitafio:

Indeseable
por José Emilio Pacheco

No me deja pasar el guardia.
He traspasado el límite de edad.
Provengo de un país que ya no existe.
Mis papeles no están en orden.
Me falta un sello.
Necesito otra firma.
No hablo el idioma.
No tengo cuenta en el banco.
Reprobé el examen de admisión.
Cancelaron mi puesto en la gran fábrica.
Me desemplearon hoy y para siempre.
Carezco por completo de influencias.
Llevo aquí en este mundo largo tiempo.
Y nuestros amos dicen que ya es hora
de callarme y hundirme en la basura.

y si, a pesar de todo y quizá por eso mismo... eppur si mouve

Rafael Tobias

lunes, enero 21, 2008

Silvina y Bioy


Quisiera ser tu predilecta almohada
Silvina Ocampo

Quisiera ser tu predilecta almohada
donde de noche apoyas tus orejas
para ser tu secreto y ser las rejas
de tu sueño: dormida o desvelada

ser tu puerta, tu luz cuando te alejas,
alguien que no trató de ser amada.
Huir de la ansiedad que está en mis quejas,
poder a veces ser lo que soy, nada,

no tener nunca miedo de perderte
con variación y honda infidelidad,
jamás llegar por nada a concederte

la tediosa y vulgar fidelidad
de los abandonados que prefieren
morir por no sufrir, y que no mueren.




Silvina Ocampo, poeta argentina nacida en Buenos Aires en 1903. Desde pequeña estudió pintura y mostró inclinación por la poesía, gracias a la marcada tradición cultural de su familia y a la trayectoria de su hermana Victoria Ocampo quien la vinculó al mundo literario. Por conducto de Jorge Luis Borges con quien la unió una gran amistad, conoció a su marido, el escritor Adolfo Bioy Casares. A su primera publicación poética, «Enumeración de la patria» en 1942, le siguieron «Espacios métricos» en1945, «Poemas de amor desesperado» en 1949 y «Los nombres» en1953. Incursionó con mucho éxito en el cuento, la novela y la literatura fantástica, regresando a la poesía en 1962 con «Lo amargo por dulce» y en 1972 con «Amarillo celeste». Luego publicó «Árboles de Buenos Aires» en 1979 y su antología, «Las reglas del secreto» en 1991. Obtuvo numerosos premios nacionales entre los que se destacan el Gran Premio Nacional de Literatura en dos ocasiones, el Premio Nacional de Poesía, la Faja de Honor de la Sociedad Argentina de Escritores y varios galardones municipales. Murió en Buenos Aires en 1994. (texto de Enfocarte)

miércoles, enero 16, 2008

La pertinencia de la memoria



México siempre ha deseado ser moderno. México, sin embargo, es, por esencia, antimoderno. El realismo mágico o mágico realismo. Por donde se le quiera ver, el frenesí por la vanguardia es prueba no del retraso sino de la atemporalidad. La prehistoria del país tiene tu rostro y su futuro el de tus abuelos.

En ese contexto (el ansía de la vanguardia), el gobierno capitalino -para el cual todo es monumental a la manera de los grandes dinosaurios herbívoros (lease de cuello largo y frágil, cabeza pequeña y apariencia estúpida)- montó el internacional e itinerante, tal circo Atayde, "Museo Nómada" en la plancha del zocalo de la Ciudad de México, con una exposición de Gregory Colbert.

Algo decía este sujeto, Colbert, que me recordó lo que escribí aquí hace no mucho y es respecto a "las fotos del recuerdo" :
"Es extraño, porque se toman como pruebas de que estuviste
ahí. Se toman fotos de todos los lugares a los que se va sin observarlos en realidad. Creo en la experiencia del viaje, no en la del turismo." Gregory Colbert

La memoria sobre la lente. Para todos lo demás, comprate una postal.

(por supuesto la gran mayoría, sino es que todos, irán al "Museo" sólo para la foto de recuerdo... quizá yo también.)

Rafael Tobias

"ashes and snow"

lunes, enero 14, 2008

Follar o no follar, una pregunta a la champaña (Envio de Lorenzo Matias)



Empezó por agarrarme los cojones por encima de los vaqueros. El bar amanecía y yo, para variar, tenía la polla dispuesta. El bar amanecía y mi Dulcinea – tengo que deciros que esta sí era una princesa – estaba más que dispuesta. Le tomó otro sorbo a su Gran Dama. Si la muy guarra no bebía directamente de la botella es porque era una princesa y porque se la bebía conmigo.

A dónde me llevas tío. Me cagó en la leche, bonita, te llevo al cielo, al infierno, a mi al coche, a la playa, a todos los lugares donde puedas gritar y los cangrejos del mundo te oigan; te llevo a una isla, a una de esas donde si caes en un hoyo apareces en otra historia, te llevo donde los viejos no existen, donde no hay niños, donde hay una luna y tu y yo. Y entonces la muy maja me agarró con decisión la polla y me dijo lamiéndome la oreja: con irnos atrás de la barra me conformo, poeta.

Nunca he sido un hombre muy devoto, pero esta mujer era un ángel o por lo menos, bebía como los mismos ángeles deben beber. Le di un beso. Dame dos minutos guapa y te regalo dos horas. Se rio, cómo deciros, cristalinamente. Si te largas, macho, me largo yo también, alcancé a oir que me decía, mira que no espero a nadie. Pero a mí sí me esperas, conmigo sabes que es diferente, pensé. Algún demonio juguetón me hizo voltear a verla. Mira tía, mejor deja respirar ese bello culo tuyo y espérame tirada detrás de la barra. Mientras la fornicaba, fugazmente me asaltó una pregunta cuya respuesta tenía debajo de mí. Follar, siempre, hasta que el cuerpo lo decida, hasta que no haya más allá. Sé que mi reflexión escandaliza a mi hermano que parece un monaguillo del siglo pasado, pero mira que los monaguillos también se corrían, eso si nunca dejaban la paja, pero creo que un polvo es más sano.

A pesar de todo sigo esperando a la mujer del aire, esa que no tiene compromisos ni mentiras ni chingaderas, como diríais vosotros. Eso sí, creo que ni mexicana ni española. La tía detrás de la barra se llamaba Pilar o eso me dijo, jamás pensé en vejecer más de un mes con ella. Fornicaba como los ángeles, nos bañamos con champaña.

Lorenzo Matias

lunes, enero 07, 2008

Mi porteña... o el regreso de la Maga


La Maga regresa a la Mostra con esta joya que recibí hace unas horas en el buzón de mi piso. No más introducción. Que el texto justifique el reencuentro.
R.T.


Mi Porteña

A partir de ti me hice traveler y contigo huí. Tu no lo sabes, pero yo te escondí debajo del abrigo aquella noche de invierno. Salí de Lavalle rumbo a Ezeiza y dejando Palermo, con lágrimas en los ojos entendí que alguien me deletreaba. Por fin lo supe, lo sentí. Y por eso te lleve conmigo; como poder dejarte. Tenías que ver el mundo y darte cuenta a través de mis ojos de lo linda que eras.

Mi Buenos Aires, me hiciste traveler. Me hiciste descubrir esa alma de pirata escondida en mis entrañas que más allá de mi, e incluso sin preguntarme, me incita a emprender el viaje nuevamente, cuando la calma ha llegado de vuelta a mis días y yo no puedo más que seguir queriendo conocer el mundo.

Quien iba a pensar que aun con esa particularidad viajera que despertaste en mi, me vería tan ingrata como para olvidarte ocho años. Como para suspenderte en el aire de mi memoria.

Sin embargo, siempre estuviste conmigo, y ahora que vuelvo es como si yo aun siguiera en ti. Me atraviesan las venas tus calles, la milonga de tus avenidas, el tango de tus callejones. En el sabor están los alfajores y un buen vino acompañado de inquietantes y ricas charlas. Por mis ojos veo mis años dulces, las horas largas del colegio, las faldas a cuadros y el timbre que dejaba escapar todo misterio, haciéndose tardes de te, noches de fiesta. En mis manos están tus brisas, tus tormentas ingratas, tus fríos y ese cielo azul que alcance tantas veces y que deja que toda luz aparezca de cualquier obscuro. Por mi nariz, los ritmos de mi andar que regresan en olores a albahaca, mate curado y masitas recién hechas.

Y ahí estaba yo ahora, nuevamente en ti, viendo la sombra de mi antigua esencia corriendo por Libertador, caminando en Puerto Madero, saboreando un helado Freddo que me parece sabía a dulce de leche. No podía dejar de verme, de taxi en taxi, por la salida del subte, esperando el colectivo. Frente al obelisco, en el Reloj Ingles, en el Tigre y la Costanera. Durante la tarde… caminando por las Heras. Otra vez en Recoleta, justo a lado de Evita, soñando con un cortado y pidiendo mejor una lagrima en la Biela. Que vieja la gente de la Biela, ¿me estaré haciendo vieja yo también?

Otra vez, atravesando Salguero, deseando Alcorta, llegando a Bulnes, buscando Rufino de Elizalde, para darme cuenta de que mi viejo apartamento estaba ocupado. ¿Cómo puede estar ocupado? Si yo me quede ahí, todo este tiempo, ahí he estado, fiel, siempre. O más bien tu conmigo, en nostalgias. Tu con tu corazón en mi mano y yo con el recuerdo de los años, de la gente que hoy tanto quiero, del haberte descubierto, de haberme hecho un sitio en ti.

Y ahora que soy traveler y que me enamore de Cortazar queriendo ser Maga, que juego a Oliveira entre cronopios, que brinco de rayuela en rayuela esperando que un Borges descubra quien soy, te reconozco tibia en verano y eterna en invierno. Y me se. Y me creo. Y si resulta vanidosa mi sapiencia, en realidad no puede importarme menos. Ahora sabes ya lo linda que eres, y lo sabes a través de mi y de mis ojos. Ahora se yo que no debí suspenderte en mi memoria y que parte de mi se encuentra solo a través tuyo. Quien intente conocerme tendrá que conocerte a ti en algún momento. Y al final de los recuerdos estaremos tu, yo, tal vez todos.

Viente u ocho años, mi Porteña, lo sabes bien, no es nada.

La Maga.



Imagen: Balcony in Buenos Aires, por Fabian Pérez

martes, enero 01, 2008

Nochevieja de la Cosa Mostra


Mi nombre es Susana Puig. Vivo en Calella de Mar, Cataluña. Soy amiga de Lorenzo Matias desde hace algunos años. Lo conoci como toda mujer conoce a Lorenzo, por mis bragas. El muy guarro siempre ha andado tras ellas. Quizá algún día, le digo. Siempre la misma chingadera, me dice. Me dan risa sus mexicanismos y es que últimamente ha pasado mucho tiempo con su medio hermano R. Tobias, de quien solo sé por sus correos y por el blog de la Cosa Mostra, que dicho sea de paso deberían ponerle el Blog del Tobias o alguna chorrada así porque es el único que escribe. El sale con que es un homenaje a sus amigos y un punto de reunión de todos que casi siempre están de viaje. ¿Así o más gilipollas?, le digo. El cabrón se rie. Me cae bien, creo, aunque nunca lo haya visto. Al resto de "mostros" los he conocido por Matias que de vez en vez los trae a la Madre Patria como le dicen los hispanoamericanos. También me escribo con ellos. Insisten en llamarme Cesárea, por Bolaño, y dicen que soy como su matrona en la puteria intelectual. ¿Que les costaba llamarme musa o algo más digno? Igual me caen bien.
En fin, dicho lo anterior paso a lo que me truje. El año pasado me pidió Tobias, típico de él, que escribiera algo sobre la Mostra y el año nuevo. Transcribo:

"¿Será acaso que la Mostra sea tan esnobista como para no hacer alusión a un año que termina y a otro que comienza? El almanaque civil obliga a no permanecer indiferente, después de todo no nos pretendemos por encima del tiempo del que estamos hechos ni tampoco de la civilización que a todos los festejos da pretexto, santos y comida típica."


Pues bien, si tuviera cojones me dolerían con semejante tarea, vaya mamonazo, así que no se me ocurrió algo mejor que escribir de los parabienes de estos muchachos, como diría Amadeo, en estas fechas, según lo que me enteré. Y como no tengo ganas de echar poesía o algo muy elevado, hago lo mismo para este 2008.

Comenzemos por el más cercano, el amigo Lorenzo Matías. No lo veo desde hace un mes, pero me marcó desde algún lugar de Buenos Aires, donde, según me dijo, estaba pasando un tiempo de calidad. Conociendo a Matías eso solo puede significar una cosa: la jineteada, como dirían los cubanos. El me aseguró que no, que ha optado por el tango y los vinos de la otra rioja por el momento; ya llegará Punta del Este, aclaró.

De Ovidio Pastora silencio. Después de visitar "las Europas" no ha escrito nada. Conversé con él en un almuerzo fugaz que tuvimos en mi casa. La barba bien rasurada. Roja aún. En México no hay poesía más que afuera de los bares y los puteros afirmó. La Revolución esta muerta. Yo era un poeta de la revolución y la hemos traicionado con tanto artistilla de izquierda chafa, se lamenta. Todavía me da ternura cuando tronaba contra su amigo Pentecostés, partidario de la burguesia liberal y de otras joterias según Pastora. La verdad es que Pastora es más pico de gallo que otra cosa como dice mi amigo Arturo. Tanta niña mona en sus talleres de poesía solo indican que la burguesia no le sienta tan mal al fan numero dos de Cabrera Infante (Arturo es el primero, me consta).

Tijuanej. Desaparecido como siempre aunque siempre enviando sus recortes y frases escapadas, pegados y escritos en sus moleskines. Ha de invertir una fortuna en esos cuadernillos (a mi la verdad se me hacen mero marketing). El último venía sellado en Laos. El papel olía raro. Sin duda las excursiones químicas de Tijuanej prosiguen. De cualquier manera se ve contento. ¿Sabían que tiene una cámara original de Cartier Bresson? Todas sus fotos son como antiguas. Joder, es un romántico el tipo. Debió haber sido pintor. Tobias me mandó un moleskine de Tijuanej lleno de grabados de algún viaje a Cataluña hace algunos años. Aún no lo conocía, pero juro que me parezco a una de las que dibujo.

Pentecostes afirma haber visto la momia de Porfirio Díaz. Recordarán que andaba en París y que en sus tiempos libres saqueaba algunas tumbas de próceres de la reacción mexicana (se enoja cuando digo eso). Pues bien, todo fue, según esto, gracias a las instancias de Maclovio Colunga (el único anticuario que conozco menor de 30), quien es familiar o amigo (con los rancios abolengos castizos ya nada se sabe) de los descendientes del dictador oajaqueño. Y es que Pentecostés le contó a Maclovio que un día antes de irse de París, profanaría el mausoleo en el Montparnasse, para llevarse algún huesito. Colunga se escandalizó obviamente y voló "tout en suite" a detener a su amigo por todos los medios posibles. Ante la necedad del mentado Pentecostés, Colunga lo llevó a una capilla particular de cierta casa que no puede contar (que chingaderas al estilo del Codigo da Vinci) y ahí inscrito estaba a los pies del amortajado: "Aqui yace J
osé de la Cruz Porfirio Díaz, a quien su Patria sigue llamando y quien sus hijos, todos los mexicanos, seguimos velando". Dice Pentecostés que se le salió un Requiescat del alma y lloró. Colunga me dijo que eso es efecto del formol. Yo no se si creerles (tampoco se mucho de historia mexicana para que me importe, por mi que le den por el culo), pero a mi si me gustaría ver una momia de Franco o de Mao. La de Stalin no porque dicen que tiene radiación...

Tobias. De él digo poco, casi nada. Siempre tiene alguna mamarrachería que poner en este blog asi que para que abonarle al arbol más mierda. Y no es que no me guste lo que escribe. Tampoco que me caiga mal, al contrario. Simplemente digo lo obvio: ya todo lo dice él pues para que me esfuerzo. Y es que ya mucha tinta he regado (salió poético), en hablar de sus amigos como para que ahora le haga un verso, catalinaría o calaverita como dicen los mexicanos. Así que hasta aqui mi crónica. Tobias un abrazo y gracias por el espacio. Por lo demás, jódete! (no te creas, pero es que toda eso de la Maria Font, que te trae sorbido el seso, como que me da celos... a ver si ya terminas tu poema que tanto anuncias macho!).

Buen año le deseo a la Cosa Mostra.
Con la venía del poeta,
Susana Puig
Cataluña, enero 2008

Acerca de mí

COSAMOSTRA es el heterónimo colectivo de 7 que se encontraron por azar, se reunen por necedad y han decidido escribir por necesidad.
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