Con el poema "Epigrama" de Pedro Shimose, la Cosa Mostra lanza otro de sus manifiestos:
Después de impresionar a las muchachas con nuestro ingenio;
después de quemar lirios, enterrar nubes e incendiar templos;
después de degollar vacas sagradas y asesinar dioses;
después de escribir sin mayúsculas y sin signos de puntuación;
después de dinamitar museos y bailar en los cementerios;
después de perseguir la gloria y soñar que nos acostamos con ella;
después de pelear con dragones, imperios y quimeras;
de gemir porque publiquen nuestro nombre en los periódicos
y de reunirnos por la madrugada para derribar pirámides,
¿qué nos queda?
un sillón en la academia
y una chequera.
2 comentarios:
bah, no veo ninguna serpiente entre ustedes escuchando jazz. si querés tener un jardín ser una flor, hay que empezar siendo el mismo abono. trasgrederse, violentarse. al final, podés empezar a tararear acordes.
Nunca me gustaría ser abono. Al carajo con el abono.
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