Mostro desde el inicio, habiase tardado en aparecer, ahora desde la Ciudad Luz debuta en este espacio de libertad absoluta y algo de talento, esperando alterar alguna buena conciencia y derruir los espejismos de sus amados prejuicios.
Sin más, cedemos su espacio reservado a nuestro amigo, mostro entre los mostros: Pentecostés, bienvenido.
Atte., El equipo de la Cosa Mostra
Una nueva criatura se ha posicionado y se encuentra dominando, sin que nos hayamos percatado, los altos círculos de poder de nuestro ya cochino medio ambiente. Este regordete y sucio animal ha servido cual manjar en la cultura occidental y ha sido –tal vez sabiamente- rechazado por otros pueblos bajo el argumento de su propia condición inmunda. Muchas veces caricaturizado, este animal domina hoy el mundo a escalas masónicas; por supuesto, estoy hablando del cerdo.
Es así como en el mundo actual, especialmente en nuestra sociedad “en vías de desarrollo” (ahí vamos, ahí vamos…), el poder político, económico, empresarial, criminal, social y muchas veces “moral” se encuentra en manos de quienes yo llamo “nuevos cerdos” (con todo respeto a las dignas criaturas que con su regordeta figura cooperan a los tacos al pastor y las carnitas).
Es por eso que, viéndome rodeado por esta situación, extiendo a la humanidad el presente manifiesto de razones por las cuales –su servidor y amigo- quisiera también ser un cerdo:
1) Los cerdos no pagan impuestos; Un buen cerdo no gusta de cooperar de su jugosa tajada para con el fisco, generalmente evaden la taxación, la deducen ficticiamente o se arman de un abultado y escandaloso grupo de contadores y abogados (también muy cerdos) para deducirla a márgenes risibles. Cabe mencionar otra variedad de cerdos, quienes ni siquiera tienen la dignidad de registrarse en el fisco, no obstante sus muchas veces millonarias ganancias, dirigiendo, explotando y engañando a un gran grupo de comerciantes en la llamada economía informal. Es de mencionar que ésta última especie de porcinos generalmente teje redes de corrupción con los gobiernos locales, pues existe una complicidad mutua en sus marranerías y generalmente representan para los gobernantes un valioso “capital político”.
2) Los cerdos dominan; Es curiosa la relación directa que existe entre los cerdos y la dominancia que éstos ejercen en sus respectivos ámbitos. Los cerdos generalmente monopolizan sus cotos de poder, de ésos tenemos muchos en estas tierras empuercadas. Ya sea en un mercado empresarial, un medio de comunicación, la representación sindical en determinado gremio (ya público, ya privado), el poder en un partido político, el liderazgo en una organización criminal e incluso la “autoridad moral”sobre el “pueblo” (sea lo que ello signifique), los cerdos generalmente acaparan, dominan, no dejan lugar a vacíos de poder, libre competencia o concurrencia de distintas voces o ideologías. Lo suyo, lo suyo de los cerdos, es el monopolio.
3) A los cerdos todo el mundo los quiere; Es sin lugar a dudas fascinante ver como los cerdos, al alcanzar dicho status, se convierten repentinamente en los seres más amados y adulados del planeta. Generalmente van tras de ellos una hueste de lambiscones, colaboradores, empleados, agremiados, agregados culturales o “compañeros de lucha” que no fallan en oportunidad para recordarle al cerdo la enorme lealtad que le deben o la mas grande idea para robustecer su ya robusto dominio. A los cerdos les gusta que les digan lo bien que se ven cada mañana.
4) Es muy raro que un cerdo vaya a la cárcel; Pues casi siempre habrá abogados “hábiles” y un sistema legal y de impartición de justicia verdaderamente profesional y a la altura para impedirlo. Normalmente esto solo pasa cuando un cerdo mas pesado así lo dispone (a veces no hay lealtad entre la especie) o cuando a éste le es permitido confeccionarse una cárcel a su medida y retirarse de ella a su muy oportuna conveniencia. Es incluso notable cómo algunos cerdos que pasaron una buena cantidad de años tras las rejas son tratados como verdaderas celebridades al recobrar su libertad; salen en todas las revistas de sociales, la “gente bien” se detiene un momento para saludarlos en la mesa de cualquier restaurante y una charla con ellos es codiciada en cualquier boda a la que asisten, en fin, el cerdo recién salido de prisión es toda una celebridad, como si estuviera regresando de una heroica guerra.
5) Los cerdos se la pasan a todo dar; esto es indispensable, solo se vive una vez y mas vale la pena vivir la vida aprovechando y disfrutando. Los cerdos generalmente gozan de todas las comodidades de la vida moderna, cuelgan grandes obras de arte en sus paredes, comen bien y generalmente comen mucho, gustan de artes obscuras como la compra de placer carnal y beben míticos vinos. Los cerdos, en general, son pachangueros. Se juntan entre ellos al pleno estilo de la bacanal romana para celebrar diversos eventos y les gusta tratar bien a sus invitados… hasta comidas anuales y pavo de navidad les regalan a sus colaboradores o agremiados.
En fin, hay muchas otras razones por las que me gustaría ser un cerdo; los cerdos siempre se salen con la suya, los cerdos viven del erario, a los cerdos no se les aplica la ley, los cerdos siempre salen en revistas y periódicos, para los cerdos la corrupción no es algo malo, a los cerdos se les legisla de acuerdo a sus intereses, los cerdos tienen legisladores para representarlos en el Congreso, los cerdos muchas veces son diputados o senadores, los cerdos están en la farándula, para los cerdos la impunidad no existe, los cerdos mueven masas con discursos fáciles y baratos, los cerdos saben lo que “el pueblo” quiere, los cerdos generalmente son líderes vitalicios, el cargo de cerdo es muchas veces hereditario, etc… Sin embargo, creo que la idea ha quedado muy clara ¿a quien no le gustaría ser cerdo en un lugar en donde existen todos los incentivos para ello?
En conclusión, he encontrado el sentido de mi vida; quiero ser un cerdo. Oink, oink.
Pentecostés Segundo
PD; invito a los participantes de este espacio abierto a que no solo comenten el articulo, sino que propongan nombres y apellidos de personajes de nuestra sociedad para crear la “Lista de los cerdos mas influyentes del País” de nuestro blog, la Cosa Mostra. Salud! Mostros!
2 comentarios:
Pentecostés,
Que decir? Ya eres un cerdo!
Revuélcate en el lodo mientras dure.
En mi arrogante opinión, como todas opiniones, el cerdo mexicano por hoy tiene un primo de menos clase y categoría, el puerco que sólo aparece en bola. Así mientras el primero, el cerdo, hace clubs de piaras, el segundo se aglutina en forma de APO'S, Resistencia Civil "Pacífica", EPR's y un amplio etcétera que comprende todo lo que el sumo puercote AMLO llama "México profundo".
El rastro se nos va a llenar....
R Tobias
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